Existen en la naturaleza todo tipo de mecanismos de defensa: desde coloridos anfibios venenosos, hasta maestros del camuflaje cuya única y efectiva defensa es el esconderse. Como esta mantis que se hace pasar por una Orquídea.
O este saltamontes que con su camuflaje, logra pasar desapercibido entre los tallos de los árboles, alimentándose del liquen en los tallos, de donde obtiene su color.
Estos insectos, sencillamente llamados, Insectos Hoja, logran un trabajo de espionaje magistral; pues su cuerpo está moldeado de tal manera que logra confundirse con las hojas del entorno. Mientras el mundo a su alrededor se mueve, este astuto espía espera por su alimento desde la tranquilidad del disfraz.
Solo recuerda, estos insectos no son dañinos para el ser humano, así que si te cruzas con uno de ellos, simplemente observa. Bueno, si es que logras encontrarlos.